Y tú, ¿qué quieres ser de mayor? Youtuber.
- Natalia Romero
- 20 nov 2016
- 3 Min. de lectura
Así lo ha demostrado en su última encuesta "¿Qué quieres ser de mayor?" la empresa de Adecco, donde la opción de ser youtuber aparecía entre las diez primeras opciones más demandadas por los niños.
Empiezan por diversión, grabando vídeos cotidianos en sus casas pero la afición se acaba convirtiendo en algo más serio a partir de la subida de visitas, visualizaciones y suscriptores. Son capaces de seducir a un público que les reclama más vídeos, por lo que se produce un aumento de consumidores de vídeos a la vez que de productores. En este aspecto, Youtube muestra una gran satisfacción al observar que cada vez un público más joven ya casi no consume contenidos audiovisuales en la televisión, sino que prefieren adaptar a sus gustos los contenidos. Es por ello, que grandes productoras de televisión como Disney han entrado en esta labor.
Cuando la diversión acaba convirtiéndose en un negocio, tiene que ser gestionado. Son los padres de estos niños y niñas los que administran los ingresos generados con las visualizaciones y también con la publicidad, incluso de las marcas que les pagan o incentivan con regalos para que muestren sus productos. En algunas familias, el trabajo generado por los vídeos ha hecho que los padres dejen el negocio familiar para dedicarse en exclusiva al canal. Y, según algunos testimonios, esto no ha supuesto ninguna pérdida ya que si funciona bien, se pueden ganar hasta 7.000 euros al mes.
Respecto a este tema se abre un debate, que dentro de este fenómeno no es la cuestión más importante: ¿quién hace el trabajo? Porque es cierto que son los padres quienes firman los contratos, editan los vídeos y gestionan las cuentas, pero son los niños y niñas los que realmente generan ese interés y, por tanto, los beneficios.

Asimismo, se dan casos en los que los padres no son capaces de controlar todo, "se les escapan muchas cosas", por lo que recurren a 2btube, una empresa que asesora y ayuda a los youtubers a posicionarse y crecer, por ejemplo, promocionándoles.
Por otro lado, otra de las cuestiones, más importantes, que afecta a este tema es la exposición pública de menores, ¿debería estar permitida? No es algo nuevo, sino que si retrocedemos en el tiempo, nunca han dejado de aparecer niños y niñas en televisión y que a partir de ahí han alcanzado la fama, por lo que es lo mismo, solo cambian los medios, así que no debería preocuparnos.
Según Juan García, especialista en formación en nuevas tecnologías para estudiantes, jóvenes y profesores, publicó hace unas semanas en su blog el artículo Quiero ser YouTuber, con el que pretendía romper algunos estereotipos creados alrededor del fenómeno youtuber y defendía además que un canal de youtube puede ser positivo para los niños porque ayuda a desarrollar su creatividad, entre otras razones. Sin embargo, mencionaba que había que mantener cierta privacidad y saber separar "la vida online de la offline" para que no les pase factura. En este sentido, está el lado opuesto, quienes piensan que un canal infantil puede ser algo negativo. Por ejemplo, Michael Brody, un psicólogo americano, miembro de la American Academy of Child & Adolescent Psychiatry (Academia americana de psiquiatría infantil y adolescente) afirma que es perjudicial que los niños y niñas reciban tanta atención y que estén tan ligados a las redes desde esas edades, en vez de estar jugando con sus amigos.
Lo que está claro, es que el negocio tiene fecha de caducidad, ya que los niños no van serlo siempre e irán cambiando sus intereses y comportamientos.
Comentarios